Brassica rapa subsp. rapa

El nabo (Brassica rapa rapa), también llamado berza, naba, raba, rábano blanco, es una planta comestible de la familia de las brasicáceas (verduras crucíferas) cultivada principalmente en climas templados de todo el planeta como alimento de ganado, planta de intersiembra y consumo humano, principalmente por su tallo bulboso.

Nabo

Tallo bulboso y raíz larga y delgada de un nabo.
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Angiospermae
Filo: Tracheophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Brassicales
Familia: Brassicaceae
Género: Brassica
Especie: B. rapa
Subespecie: Brassica rapa rapa
L., 1753

La variedad más común de nabo comercializada como hortaliza en Europa y Norte América es de piel y carne blanca, a excepción de los 1—3 cm superiores que al sobresalir de la tierra y recibir la luz del sol adquiere un color púrpura, rojo o verdoso.[1]​ Esta parte superior se desarrolla a partir del tejido del tallo, pero permanece soldada a la raíz, que es prácticamente esférica, de alrededor de 5—15 cm de diámetro y carece de raicillas laterales.[2]​ La raíz principal (que se encuentra por debajo de la raíz engrosada) es delgada y de 10 cm o más de longitud; se corta tras la recolección.[1]

Las variedades pequeñas y blandas son cultivadas para su consumo humano, mientras que las hojas y raíces de las variedades más grandes son utilizadas como alimento de ganado.[1]

Descripción

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Hojas lanceoladas de la planta.

Es una planta bienal de tallo alto perteneciente a la familia de las mostazas (Brassicaceae).[1]​ La planta se desarrolla únicamente como un rosetón al nivel del suelo con grandes hojas obtusas onduladas hasta llegada su madurez a los 2 años de edad aproximadamente, en la cual crecen tallos largos y delgados los cuales están cubiertos con una fina capa blanca. El grueso tallo principal de la planta ha sido resultado de un largo proceso de selección artificial.[3][4]

Los tallos miden 30-100 cm de altura, poseen varias ramificaciones con escasas hojas alargadas lanceoladas. En la punta de las ramificaciones se agrupan las flores de un color amarillo brillante. Las flores poseen solamente cuatro pétalos que pueden medir entre 6,3mm y 1,37cm.[1]

El fruto de las flores es una vaina alargada que mide 2—7 cm de largo la cual guarda las semillas hasta la madurez. La vaina está dividida simétricamente a lo largo de esta y termina en una larga y delgada punta. Esta vaina posee solo una vena prominente que aporta irrigación, a diferencia de otras especies dentro de la familia Brasicaceae las cuales poseen entre 3 a 7 venas. Llegada la madurez la vaina se abre en la mitad para dejar caer las semillas[1]

Las semillas miden poco más de 1 mm, poseen una forma redondeada y son de un color que varía entre un rojo oscuro y negro.[1]

Uso alimenticio

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La Brassica rapa subsp. rapa ha sido cultivada en Europa como vegetal desde el siglo XX a. C. hasta la llegada de la patata. Las hojas y raíces de la planta son comestibles y su sabor es descrito como "ligeramente picante".

Nabo crudo (100 g)
 
Nabos en una canasta.
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 28 kcal 117 kJ
Carbohidratos 6.43 g
 • Azúcares 3.80 g
 • Fibra alimentaria 1.8 g
Grasas 0.10 g
 • saturadas 0.011 g
 • monoinsaturadas 0.006
 • poliinsaturadas 0.053
Proteínas 0.90 g
Agua 91.87 g
Tiamina (vit. B1) 0.040 mg (3%)
Riboflavina (vit. B2) 0.030 mg (2%)
Niacina (vit. B3) 0.400 mg (3%)
Vitamina B6 0.090 mg (7%)
Ácido fólico (vit. B9) 15 μg (4%)
Vitamina C 21.0 mg (35%)
Vitamina E 0.03 mg (0%)
Vitamina K 0.1 μg (0%)
Calcio 30 mg (3%)
Hierro 0.30 mg (2%)
Magnesio 11 mg (3%)
Fósforo 27 mg (4%)
Potasio 191 mg (4%)
Sodio 67 mg (4%)
Zinc 0.27 mg (3%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: Nabo crudo (100 g) en la base de datos de nutrientes de USDA.
Hojas de nabo (100 g)
 
Nabos y sus hojas.
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 32 kcal 134 kJ
Carbohidratos 7.13 g
 • Azúcares 0.81 g
 • Fibra alimentaria 3.2 g
Grasas 0.30 g
 • saturadas 0.070
 • monoinsaturadas 0.020
 • poliinsaturadas 0.120
Proteínas 1.50 g
Agua 89.67 g
Retinol (vit. A) 579 μg (64%)
Tiamina (vit. B1) 0.070 mg (5%)
Riboflavina (vit. B2) 0.100 mg (7%)
Niacina (vit. B3) 0.600 mg (4%)
Vitamina B6 0.263 mg (20%)
Ácido fólico (vit. B9) 194 μg (49%)
Vitamina C 60.0 mg (100%)
Vitamina E 2.86 mg (19%)
Vitamina K 251.0 μg (239%)
Calcio 190 mg (19%)
Hierro 1.10 mg (9%)
Magnesio 31 mg (8%)
Fósforo 42 mg (6%)
Potasio 296 mg (6%)
Sodio 40 mg (3%)
Zinc 0.19 mg (2%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: Hojas de nabo (100 g) en la base de datos de nutrientes de USDA.

Al igual que la rutabaga, el nabo contiene cianoglucósidos que liberan pequeñas cantidades de cianuro. La sensibilidad a la amargura de estos cianoglucósidos está controlada por un gen pareado. Las personas que poseen dos copias del gen "sensitivo" encuentran el sabor del nabo el doble de amargo en comparación a las personas que no. Además pueden encontrar otras plantas dentro de la familia brassicaceae intolerablemente amargas según la proporción de cianoglucósidos que estas contengan.[5]

Origen

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Existe evidencia que demuestra la existencia del cultivo del nabo durante siglo XV a. C. en India, principalmente por sus semillas de la cual se extraía un aceite, aunque también en el norte de India era utilizado para la preparación de ensaladas. En el lenguaje Hindi, al nabo se le llama Shalgam (शल्गम).[6]

El nabo era un cultivo ya establecido en el período helenístico del imperio romano, lo que lleva a la suposición de que fue introducido como cultivo antes de este. Safo de Mitilene, una poetisa griega del siglo 7 a. C., llama a una de sus amantes Gongýla ("nabo"). Investigaciones afirman,[7]​ de todas formas, que "casi no existe registro arqueológico disponible" que ayude a determinar su historia previa y su domesticación.

Formas salvajes de nabos y sus relativas las mostazas son encontradas a lo largo de Asia y Europa lo que sugiere que su domesticación tomó lugar en algún lugar de esa zona. Aunque Zohary y Hopf concluyeron que "Las sugerencias sobre los orígenes de estas plantas se deben basar necesariamente en consideraciones lingüísticas".[7]

Uso en la agricultura

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En Inglaterra, en el siglo XVII, Charles "Turnip" Townshend promovió el uso de los nabos (turnip es nabo en inglés) una rotación de cultivos que permitía mantener la producción durante cuatro años.[8]

En la alimentación del ganado se utilizan variedades —nabos forrajeros— específicamente desarrolladas para la alimentación del ganado. El nabo forrajero se utiliza para cubrir la alimentación animal en períodos de crecimiento escaso o nulo de los pastos. Su interés se debe a que:[9]

  • Pueden obtenerse producciones elevadas, superiores a las de otros cultivos de carácter similar.
  • Estas producciones se logran en períodos cortos de tiempo, por lo que el cultivo se puede intercalar entre dos principales de una alternativa.
  • Es un cultivo barato y poco exigente.
  • La planta tiene un alto valor nutritivo y una elevada digestibilidad.
  • Puede ser consumido directamente en el campo, sin necesidad de arrancarlo y suministrarlo en pesebre.

La producción media de forraje del nabo forrajero oscila entre los 6.000 y los 8.000 kilos de materia seca por hectárea. La proporción de hojas y raíces existentes en el campo no es constante a lo largo de este período. A mediados del invierno predominan las hojas sobre las raíces (60 por 100 sobre el peso total de la planta). Posteriormente las raíces van engrosando hasta quedar las hojas, a finales de invierno, reducidas a un 30 o 40 por 100 del peso total de la planta.[9]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c d e f g https://plants.usda.gov/plantguide/pdf/pg_brrar.pdf
  2. «Multilingual taxonomic information from the University of Melbourne.». Consultado el 2 de diciembre de 2016. 
  3. James A. Duke (1983). Handbook of energy crops. Purdue University, Center for New Crops & Plants Products. OCLC 45954667. 
  4. Weeds of California and other western states. UC ANR Publ. 3488. Univ. of California, Division of Agric. and Nat. Resources. 2007. ISBN 9781879906693. 
  5. Wolfgang Meyerhof, Maik Behrens, Anne Brockhoff, Bernd Bufe y Christina Kuhn. «Human Bitter Taste Perception» (en inglés). Consultado el 29 de noviembre de 2016. 
  6. «Turnip – Brassica Rapa». Self Sufficientish. Consultado el 14 de enero de 2013. 
  7. a b Zohary, Daniel; Hopf, Maria (2000). Domestication of plants in the Old World, third edition. Oxford: University Press. p. 139. ISBN 9780199549061. 
  8. Ashton, T S (1948). The Industrial Revolution. A Galaxy Book (Third printing, 1965 edición). New York: Oxford University Press. p. 21. OCLC 346385. 
  9. a b EL NABO FORRAJERO. España. Consultado el 2 de diciembre de 2016. 

Enlaces externos

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