Conducta sexual compulsiva

diagnóstico propuesto en psicología clínica; prev. Ninfomanía (f.) y Satiriasis (m.)

La conducta sexual compulsiva es una alteración psicopatológica asociada a diversos cuadros psiquiátricos y neurológicos. Es una preocupación excesiva por fantasías, pensamientos obsesivos sobre el sexo, una compulsión por realizar actos sexuales, una pérdida de control o hábitos sexuales que conllevan problemas o riesgos potenciales, impulsos o conductas sexuales que son difíciles de controlar y causan deterioro, provocan angustia, afectan de manera negativa la salud, el trabajo y las relaciones afectivas.[1][2][3]

La conducta sexual compulsiva incluye una amplia variedad de términos como “don juanismo”, hipersexualidad, sexualidad impulsiva, sexualidad compulsiva, conducta sexual fuera de control o conducta sexual desregulada.[4]

Los pensamientos y comportamientos sexuales obsesivos, sensación de incontrolabilidad sobre los impulsos sexuales, causa graves problemas psicosociales, la conducta sexual es autodestructiva y va asociada no al placer sino a sentimientos de culpa y ansiedad intensos. Produce un gran malestar y padecimiento.[5]

Cuadros psiquiátricos

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La conducta sexual compulsiva se relaciona con otros trastornos mentales como el estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo, la bipolaridad, la manía y las adicciones. Este tipo de conductas sexuales compulsivas pueden aparecer en pacientes bipolares en fase maníaca aguda, en adictos y en pacientes con TOC que a veces describen conductas sexuales compulsivas de tipo parafílico.[5]

En los varones es un factor de predicción de la reincidencia en los delitos sexuales y el consumo de pornografía se ha relacionado con actitudes que apoyan la violencia contra las mujeres.[6][7][8]

En las mujeres suele ser un efecto de estrés postraumatico producto de un abuso sexual.

La falta de pruebas empíricas sobre la adicción sexual es el resultado de la ausencia total de la enfermedad en las versiones del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.[2][9]

La conducta sexual compulsiva, adicción sexual o trastorno hipersexual se utiliza como un constructo paraguas para abarcar varios tipos de comportamientos problemáticos, incluyendo el uso de pornografía excesivo, la masturbación excesiva, el cibersexo, el comportamiento sexual con adultos que consienten, el sexo telefónico, la visita a clubes de estriptis. Las consecuencias adversas de la adicción sexual son similares a las de otros trastornos adictivos.[9]

La conducta sexual compulsiva y los trastornos por consumo de sustancias tienen mucho en común, por eso, en muchos casos, se usan tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos similares.[10]

Cuadros neurológicos

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El deterioro funcional y cognitivo que acompaña a las demencias puede traer como consecuencia alteraciones comportamentales sexualmente inapropiados.[11]​ La demencia puede causar una pérdida total de la inhibición y reflejarse en comportamientos inapropiados como el interés obsesivo en actividades sexuales o la masturbación excesiva o en público, lo cual deriva en conductas sexuales compulsivas de las cuales la persona no tiene consciencia ni responsabilidad.[12]

Véase también

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Referencias

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  1. «Conducta sexual compulsiva - Síntomas y causas - Mayo Clinic». www.mayoclinic.org. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  2. a b Öberg, Katarina Görts; Hallberg, Jonas; Kaldo, Viktor; Dhejne, Cecilia; Arver, Stefan (6 de octubre de 2017). «Hypersexual Disorder According to the Hypersexual Disorder Screening Inventory in Help-Seeking Swedish Men and Women With Self-Identified Hypersexual Behavior». Sexual Medicine 5 (4): e229-e236. ISSN 2050-1161. PMC 5693399. PMID 28993093. doi:10.1016/j.esxm.2017.08.001. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  3. «El sexo compulsivo es una enfermedad mental para la OMS». CNN. 11 de julio de 2018. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  4. «Dificultades en la regulación emocional, esquemas inadaptados tempranos, y dependencia emocional en la adicción al sexo o comportamiento sexual compulsivo en la adolescencia». 
  5. a b González, Ángel Luis Montejo (2003). Sexualidad y salud mental. Editorial Glosa, S.L. ISBN 978-84-7429-174-2. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  6. Kingston, Drew A.; Firestone, Philip (21 de noviembre de 2008). «Problematic Hypersexuality: A Review of Conceptualization and Diagnosis». Sexual Addiction & Compulsivity 15 (4): 284-310. ISSN 1072-0162. doi:10.1080/10720160802289249. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  7. Hanson, R. Karl; Morton-Bourgon, Kelly E. (2005-12). «The characteristics of persistent sexual offenders: a meta-analysis of recidivism studies». Journal of Consulting and Clinical Psychology 73 (6): 1154-1163. ISSN 0022-006X. PMID 16392988. doi:10.1037/0022-006X.73.6.1154. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  8. Hald, Gert Martin; Malamuth, Neil M.; Yuen, Carlin (2010-01). «Pornography and attitudes supporting violence against women: revisiting the relationship in nonexperimental studies». Aggressive Behavior 36 (1): 14-20. ISSN 1098-2337. PMID 19862768. doi:10.1002/ab.20328. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  9. a b Karila, Laurent; Wéry, Aline; Weinstein, Aviv; Cottencin, Olivier; Petit, Aymeric; Reynaud, Michel; Billieux, Jöel (2014). «Sexual addiction or hypersexual disorder: different terms for the same problem? A review of the literature». Current Pharmaceutical Design 20 (25): 4012-4020. ISSN 1873-4286. PMID 24001295. doi:10.2174/13816128113199990619. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  10. Kraus, Shane W.; Voon, Valerie; Potenza, Marc N. (2016-12). «Should compulsive sexual behavior be considered an addiction?». Addiction (Abingdon, England) 111 (12): 2097-2106. ISSN 1360-0443. PMC 4990495. PMID 26893127. doi:10.1111/add.13297. Consultado el 4 de julio de 2021. 
  11. «Demencia y comportamientos sexualmente inapropiados (CSI): Qué sabemos y qué necesitamos saber». 
  12. RN, Lyda Arévalo-Flechas, PhD, MSN. «Conductas sexuales inapropiadas de la persona con demencia». AARP. Consultado el 4 de julio de 2021. 
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