Fábricas de cachorros

Las fábricas de cachorros o granjas industriales de perros[1]​(en inglés Puppy Mills)[2]​ son instalaciones de cría de perros para su comercialización ubicados en Europa del Este y E.E.U.U.[3]​ Producen animales de forma masiva a bajo coste, cuyo fin es el beneficio económico. Proveen animales a las tiendas de mascotas y a los fanáticos de las razas puras sin preocupación de los millones de animales que morirán en los refugios[4]​. En algunos países, o en criaderos ilegales, en este tipo de instalaciones, no se presta atención al bienestar de los animales que son tratados como máquinas de cría[5]​ y viven en pésimas condiciones sin la debida atención veterinaria o socialización.[6]

Cachorros en una granja de perros.

También se pueden encontrar otras clases de animales domésticos en este tipo de confinamiento e incluso animales que se utilizan como alimento para otros animales. Este término también puede aplicarse a las operaciones en las que se ven implicados otros procesos de cría para obtener beneficios mediante la comercialización de animales, por ejemplo los «criaderos de gatos».[7]​ El mayor número de fábricas[8]​del que se tiene constancia se encuentra en EEUU, donde se calcula que hay aproximadamente 10 000 de estos criaderos de perros.[9]​ El Departamento de Agricultura de Estados Unidos puede autorizar a los criaderos comerciales y hacerles inspecciones rutinarias.[10]​ La cría de animales a menor escala con el fin de obtener beneficios económicos a veces se denomina criadero de patio trasero.[7]

Diferencias en las condiciones de cría

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Los clubs caninos de Estados Unidos y de Westminster afirman que los criadores responsables crían a sus animales con la intención de producir perros sanos, y asegurar que todos los animales encuentren hogares responsables y que socialicen.[11]​En las fábricas de cachorros, las hembras se reproducen cada vez que están en celo para aumentar los beneficios, lo que comporta la progresiva reducción de las camadas.[12][13]​ Cuando son cachorros, a menudo los perros que proceden de un criadero se separan de sus madres antes de las ocho o diez semanas recomendadas.[14]​ La protectora Bark Rescue de Belleview, Illinois, asegura que «Los cachorros se separan de sus madres cuando tienen entre 5 y 6 semanas y se venden a los intermediarios que los colocan en jaulas para revenderlos a las tiendas de animales de todo el país.» Tan solo la mitad de los cachorros sobreviven a este agotador viaje. Pero aquí no se acaba el sufrimiento de los supervivientes ya que a continuación llegan a las tiendas de animales, dónde tendrán que esperar a que alguien los compre.[15]​ Los perros de las fábricas de cachorros a menudo se reproducen indiscriminadamente. Aunque los cachorros que nacen en estos lugares pueden tener certificados de pedigrí, estos no suponen ni una indicación de calidad ni de autenticidad.[16]

Cuidados en las fábricas de cachorros

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Animales provenientes de una fábrica de cachorros.

Habitualmente, los criadores de perros mantienen a los animales en condiciones de hacinamiento e insalubridad, sin que se les proporcione el tratamiento veterinario, el alimento y la socialización adecuados.

En las fábricas de cachorros, los animales suelen vivir hacinados en jaulas o contenedores sucios y expuestos a contagiarse con todo tipo de enfermedades. O también pueden estar atados a la intemperie. Pero además:

  • No pasan con sus madres el tiempo necesario.
  • No son alimentados adecuadamente.
  • No reciben la debida socialización.
  • Nadie los pasea ni juega con ellos. Y mucho menos los mima.
  • No tienen los controles veterinarios pertinentes ni son vacunados de acuerdo al calendario establecido.
  • Los animalitos son vendidos antes de alcanzar el peso y la edad requerida por ley y, en ocasiones, se falsea su pedigrí y sus papeles sanitarios.
  • Los cachorros pueden ser llevados en camiones y morir durante el traslado. Los viajes pueden ser muy largos -incluso de un país a otro- y en pésimas condiciones.[17]

Los perros de los criaderos no reciben premios ni juguetes, no hacen ejercicio ni se les acicala. Para reducir al mínimo la limpieza de sus deposiciones, los perros viven en jaulas con suelos de alambre y esto les provoca heridas en las patas y las piernas. Es habitual que las jaulas se apilen formando columnas. Las perreras de las fábricas de cachorros pueden ser cualquier cosa, desde pequeñas jaulas de madera y malla de alambre hasta cabinas de tracto-remolques o simplemente cadenas atadas a los árboles, donde la madre y sus cachorros pasan todos los días al aire libre en el mismo pequeño espacio de tierra y en cualquier tipo de clima.[18]​ Los perros reproductores de los criaderos pueden pasar toda su vida en el exterior, expuestos a los elementos, o pueden vivir en jaulas en el interior durante toda su vida. A menudo, cuando los perros reproductores alcanzan los 4 años de edad, son sacrificados puesto que ya no se les necesita. En algunas ocasiones, los propietarios de las fábricas de cachorros se ponen en contacto con asociaciones humanitarias para programar el rescate de estos perros. El rescatador recibe una llamada que detalla la cantidad y los tipos de perros reproductores; entonces se pueden rescatar los perros y salvarlos de una muerte segura. Una vez el perro sea adoptado, puede tardar más de un año en relajarse y aceptar el contacto humano.[19]

Las perras son preñadas una y otra vez hasta que ya no pueden producir cachorros – punto en el cual son subastadas o asesinadas. Las madres y sus camadas a menudo sufren desnutrición, exposición al clima y la falta de una atención veterinaria adecuada.[20]

En una investigación realizada en 2005 en tiendas de animales y fábricas de cachorros de California se descubrió que el 44% de los lugares que fueron visitados tenían animales enfermos y desatendidos, el 32% de los animales estaban confinados en condiciones insalubres o de hacinamiento y el 25% de los animales ni siquiera tenían comida ni agua.[21]

Problemas habituales

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Debido a las deplorables condiciones de cría en estas fábricas, los cachorros sufren problemas de salud y/o de conducta. Los cachorros que crecen en espacios pequeños, compartidos con muchos otros perros no se socializan adecuadamente ni con otros perros ni con humanos. A continuación son transportados a largas distancias en pésimas condiciones y esto, a veces, produce estrés o incluso la muerte del animal. A medida que los perros de granja supervivientes crecen, son más propensos a desarrollar enfermedades respiratorias y neumonía, así como defectos hereditarios como la displasia de cadera (canina).[12]​ Además, los perros de las fábricas de cachorros son más propensos a desarrollar problemas de conducta. Los cachorros de las granjas se suelen vender como perros de pura raza para intentar aumentar el precio asociado a esta clase de perros. Sin embargo, debido a las prácticas de cría indiscriminada de las granjas de perros, puede que el animal no sea en realidad un cachorro de pura raza.[16]​ Los llamados «distribuidores» son los encargados de vender la gran mayoría de los animales procedentes de las fábricas de cachorros a las tiendas de animales. Algunos distribuidores que venden cachorros se hacen pasar por auténticos criadores. Recientemente se ha descubierto que las tiendas de animales adquieren la mayoría de los cachorros de las granjas de perros. El Consejo Mixto de Asesoramiento de la Industria de las Mascotas (PIJAC) informó que aproximadamente entre 3.500 y 3.700 tiendas de animales de las 11.500 a 12.000 que hay en Estados Unidos adquieren animales procedentes de granjas de perros. También se estima que las tiendas de animales venden entre 300.000 y 500.000 cachorros cada año.[22]

Historia

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Según las publicaciones de Canis Major V., un periódico especializado en animales, las fábricas de cachorros se originaron tras la Segunda Guerra Mundial. Los granjeros del medio oeste de Estados Unidos buscaban otra manera de ganarse la vida y se percataron de la creciente demanda de cachorros, lo que dio lugar al desarrollo del primer negocio de cría de cachorros. A medida que el negocio crecía, tanto los pequeños como los grandes vendedores empezaron a comercializar cachorros a través de los supermercados de animales. Aproximadamente al mismo tiempo, nacieron las primeras cadenas de tiendas de animales.[23]​ Tal vez por indiferencia o ignorancia, no se socializó a los cachorros y fueron expuestos en gallineros o en jaulas para conejos. Además, no se les proporcionaban cuidados veterinarios debido a la gran cantidad de dinero que representaban. Así pues, algunas organizaciones como la Sociedad Humana de Estados Unidos empezaron a investigar los criaderos, y esto condujo a la creación de la Ley de bienestar animal, el 24 de agosto de 1966.[23][24]​Según la Sociedad Humana de los Estados Unidos, hay miles de fábricas de cachorros por todo el país.[25][26]

En 1984, en un proceso judicial que enfrentó a un criador de perros de Estados Unidos (Merle Avenson) con la sociedad humanitaria de Minnesota (representada por Lesley Zegart), se estableció una definición legal para el término fábrica de cachorros: «una operación de cría de perros en la que no se tiene en cuenta la salud de los perros para reducir los gastos y maximizar los beneficios».[27]

Criadores aficionados

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Razas pequeñas en una fábrica de cachorros de Estados Unidos

Los defensores de los derechos de los animales han utilizado la expresión «fábrica de cachorros» en las protestas en contra de los criaderos con condiciones de cría deficientes. Algunos miembros de la comunidad de criadores afirman que se utiliza la retórica emocional, el sensacionalismo y las imágenes de criaderos sucios para justificar la legislación o las licencias adicionales restrictivas que van mucho más allá del objetivo inicial de rescatar a los perros de unas condiciones de vida deplorables,[23]​ o que los intentos para legislar las fábricas de cachorros acabarán con sus negocios. Argumentan que estas leyes, que a menudo requieren documentación e inspecciones adicionales, supondrían más bien un estorbo que una ayuda para tratar de cerrar las granjas de perros y, además, se escudan en determinadas leyes que protegen a los perros y también a los compradores potenciales.[26]

Cobertura de los medios de comunicación

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El 29 de mayo de 2008, la cadena norteamericana MSNBC emitió un reportaje sobre las fábricas de cachorros, cuya sección de entrevistas presidía Oprah Winfrey, y en el que se descubrió una industria plagada de problemas y llena de crueldad evidente. La emisión mostraba granjas de perros llenas de jaulas pequeñas con los suelos de alambre, apiladas en filas desde el suelo hasta el techo, y se descubrió que muchos perros pasaban toda su vida dentro de esas minúsculas jaulas. La mayoría de los perros se venden en internet o en tiendas de animales a compradores que no son conscientes de la procedencia del perro. El informe afirmaba que los clientes, al no oponerse a este trato hacia los cachorros, inconscientemente permiten que esta industria se desarrolle. También se demostró que muchos de los cachorros de las granjas de perros sufren problemas de salud a largo plazo.[28]

Véase también

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Referencias

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  1. «granjas industriales». Economiacircularverde.com. 28 de junio de 2022. 
  2. Igualdad Animal (2012). «Los Perros: Cómo son». Archivado desde el original el 15 de abril de 2012. Consultado el 21 de junio de 2012. 
  3. «fabricas de cachorros». 
  4. «Fábricas de cachorros». PETA Latino. Consultado el 4 de octubre de 2023. 
  5. sociedad, Cátedra animales y (12 de mayo de 2023). «Las fábricas de animales de compañía». Universidad Rey Juan Carlos - Cátedra animales y sociedad. Consultado el 4 de octubre de 2023. 
  6. «Fábricas de cachorros». PETA Latino. Consultado el 4 de octubre de 2023. 
  7. a b ASPCA (2007). «ASPCA: Fight Animal Cruelty: Cruelty Glossary». Archivado desde el original el 11 de diciembre de 2007. Consultado el 13 de diciembre de 2007. 
  8. «Animales de compañía - Puppy mills». Barcelona. 
  9. «FAADA | Animales de compañía - Puppy mills». Fundación FAADA. Consultado el 4 de octubre de 2023. 
  10. «Questions and Answers on Animal Care’s Regulation of Commercial Animal Dealers». Archivado desde el original el 24 de marzo de 2012. Consultado el 23 de junio de 2012. 
  11. American Kennel Club (2007). «Step Two - Breed to Improve». Consultado el 13 de diciembre de 2007. 
  12. a b ASPCA (2007). «Fight Animal Cruelty: Puppy Mills». Archivado desde el original el 1 de diciembre de 2007. Consultado el 13 de diciembre de 2007. 
  13. City of Boston (2007). «Are you ready to adopt a pet?». Archivado desde el original el 4 de noviembre de 2007. Consultado el 13 de diciembre de 2007. 
  14. ASPCA (2007). «Puppy Mills: Responsible Breeding». Archivado desde pagename=cruelty_puppymills_statement el original el 24 de noviembre de 2015. Consultado el 14 de diciembre de 2007. 
  15. «Puppy Mills and Pet Stores». web.archive.org. 23 de marzo de 2012. Archivado desde el original el 23 de marzo de 2012. Consultado el 3 de diciembre de 2020. 
  16. a b The Kennel Club (UK) (16 de mayo de 2006). «Where NOT to buy a puppy or a dog». Archivado desde el original el 19 de diciembre de 2007. Consultado el 14 de diciembre de 2007. 
  17. «No a las fábricas de cachorros». 8 de febrero de 2022. 
  18. «Jaulas para cachorros». 
  19. «ASPCA | What Is a Puppy Mill». web.archive.org. 17 de mayo de 2012. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2012. Consultado el 3 de diciembre de 2020. 
  20. «Fábricas de cachorros». PETALATINO. 
  21. Smith, Kimberly K. (2009). «A Pluralist-Expressivist Critique of the Pet Trade». Journal of Agricultural and Environmental Ethics. 
  22. «Helping Pets». Petfinder (en inglés estadounidense). Consultado el 3 de diciembre de 2020. 
  23. a b c Canis Major Publications (2007). «Just what is a puppy mill?». Consultado el 14 de diciembre de 2007. 
  24. United State Department of Agriculture (21 de agosto de 2003). «Animal Welfare Act». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2007. Consultado el 26 de diciembre de 2007. 
  25. Humane Society of the United States (17 de julio de 2007). «FAQs». Archivado desde el original el 24 de noviembre de 2007. Consultado el 26 de diciembre de 2007. 
  26. a b Hamilton, Anita (12 de diciembre de 2005). «Curbing the Puppy Trade: Dog lovers are divided over new efforts to ensure that all breeders treat their pooches humanely». Time. 
  27. Avenson v. Zegart, 577 F. Supp. 958, 960 (United States District Court, D. Minnesota, Sixth Division 17 de enero de 1984). “A "puppy mill" is a dog breeding operation in which the health of the dogs is disregarded in order to maintain a low overhead and maximize profits.”
  28. «Puppy Factories / Animal Liberation Victoria». web.archive.org. 27 de junio de 2012. Archivado desde el original el 27 de junio de 2012. Consultado el 3 de diciembre de 2020. 
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