Puerta fortificada
puerta de entrada fuertemente fortificada de un castillo o una muralla de la ciudad
Se llama puerta fortificada a las puertas que sobre todo, en la Edad Media, tenían puente levadizo que servía de defensa en la entrada a una ciudad.
Las puertas fortificadas estaban de ordinario flanqueadas por torrecillas en cada uno de sus ángulos y coronadas por una galería sostenida por barbacanas que permitían a los sitiados lanzar proyectiles sobre el ejército sitiador.
La mayor parte de estas puertas estaban coronadas por techumbres muy altas.
Referencias
editarVocabulario de términos de arte, J. adeline, 1888