Romance de Marquillos

Romance de Marquillos
de Autor anónimo
        ¡Cuán traidor eres, Marquillos! 		
	¡Cuán traidor de corazón! 		
	Por dormir con tu señora 		
	habías muerto a tu señor. 		
	Desque lo tuviste muerto 	 
	quitástele el chapirón; 		
	fuéraste al castillo fuerte 		
	donde está la Blanca Flor. 		
	-Ábreme, linda señora, 		
	que aquí viene mi señor; 		
	si no lo quieres creer, 		
	veis aquí su chapirón. 		
	Blanca Flor, desque lo viera, 		
	las puertas luego le abrió; 		
	echóle brazos al cuello, 	 	
	allí luego la besó; 		
	abrazándola y besando 		
	a un palacio la metió. 		
	-Marquillos, por Dios te ruego 		
	que me otorgases un don: 	 	
	que no durmieses conmigo 		
	hasta que rayase el sol. 		
	Marquillos, como es hidalgo, 		
	el don luego le otorgó; 		
	como viene tan cansado 		
	en llegado se adurmió. 		
	Levantóse muy ligera 		
	la hermosa Blanca Flor, 		
	tomara cuchillo en mano 		
	y a Marquillos degolló. 	 	
      
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