Del catalán perol, y este del provenzal antiguo pèr, del galo *parium, en última instancia del protocéltico *quario. Compárese el bretón per ("caldero").
maté a una cabra hembra y la llevé a casa con mucho esfuerzo. Asé un trozo y comí. Habría preferido hervirla y preparar un poco de caldo, pero no tenía un perol.Daniel Defoe. Robinson Crusoe (1719). Página 100. Editorial: Mestas. 2015.
Ejemplo:
aquel alquimista que está en aquel sótano con unos fuelles, inspirando una hornilla llena de lumbre, sobre la cual tiene un perol con mil variedades de ingredientes.Luis Vélez de Guevara. El diablo cojuelo. Capítulo Tranco II. 1641.
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Cacerola de metal de fondo plano con dos asas, apropiada para preparar alimentos en grandes cantidades.