Brigada Lautaro (DINA)

unidad militar durante la dictadura de Chile

La Brigada Lautaro fue una unidad de exterminio perteneciente a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía secreta comandada por Manuel Contreras durante el período de dictadura militar liderado por Augusto Pinochet.

Brigada Lautaro

Logo de la DINA
Ubicación
País Bandera de Chile Chile
Localidad Chile
Coordenadas 33°26′26″S 70°38′08″O / -33.44062778, -70.63545833
Características
Tipo Servicio de Inteligencia
Parte de Dirección de Inteligencia Nacional (DINA)
Historia
Comandantes Manuel Contreras
Conflictos bélicos Guerra Sucia en Chile

Manuel Contreras, Director de la DINA.

La brigada Lautaro, de la cual su jefe máximo fue Juan Morales Salgado,[1][2]​ se creó en abril de 1974 para prestar seguridad al jefe de la DINA, Manuel Contreras, su familia, y autoridades militares y civiles.[3]​ En agosto de 1975 se estableció en el Cuartel Simón Bolívar, Simón Bolívar 8630, en La Reina.[3]​ A comienzos de 1976 se instaló en ese cuartel el Grupo Delfín, creado para exterminar a la dirigencia clandestina del Partido Comunista.[3]​ Su jefe fue el capitán de Ejército Germán Barriga Muñoz[4]​ y el segundo, el teniente de Carabineros Ricardo Lawrence Mires.[3]

En 2007, un miembro de esta brigada represiva de la dictadura de Pinochet se decidió a denunciar ante la justicia una sección secreta de la policía política de la dictadura.[5]​ Bajo órdenes del Juez Víctor Montiglio, la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones comenzaron las detenciones durante enero y febrero de 2007.[5]​ Poco a poco reconocieron que muchos dirigentes de la Izquierda de Chile fueron llevados al cuartel de la Avenida Simón Bolívar 8630 para ser asesinados.[5]​ Fue el caso de Víctor Díaz López, jefe del partido en la clandestinidad hasta mayo de 1976, cuando fue arrestado, y padre de la vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Viviana Díaz. En este lugar fueron asesinados otros dirigentes comunistas, quienes integraron las direcciones clandestinas del PC de mayo y diciembre de 1976. Entre ellos, Jorge Muñoz, el esposo de Gladys Marín; Fernando Ortiz, padre de Estela Ortiz; la directora de la Junji, y Waldo Pizarro, esposo de la fallecida dirigenta de la AFDD, Sola Sierra, y padre de su actual presidenta, Lorena Pizarro. Las declaraciones de los exagentes también coinciden con las señas de Reinalda Pereira.

Medios de asesinato

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Se usaron variadas formas de asesinato. Por ejemplo a Víctor Díaz López,[6]​ los infantes de Marina Sergio Escalona Acuña y Bernardo Daza Navarro le amarraron una bolsa plástica en la cabeza para asfixiarlo,[7]​ mientras una teniente de Ejército, Gladys Calderón Carreño,[8][nota 1]​ le inyectaba cianuro[9]​ en las venas para acelerar su muerte.[10]

Sarín

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Otros fueron asesinados por gas sarín.[5]​ Un hecho que se ignoraba, puesto que las víctimas de esta macabra técnica de la DINA se contaban, hasta ahora, con los dedos de una mano. El mismo Michael Townley, responsable del laboratorio químico que el sindicato criminal de Contreras armó en 1976 en una casa de Lo Curro, estuvo en el cuartel de Simón Bolívar ensayando con sarín fabricado por el químico Eugenio Berríos; ahora se sabe, para también matar comunistas. Según confesó uno de los exagentes al juez Montiglio, un día tuvieron que sacar de ahí a Townley “porque resultó afectado por el gas”.[5]

El testimonio de uno de los procesados reveló que a mediados de 1976 dos ciudadanos de origen peruano se encontraban detenidos en el cuartel Simón Bolívar, debido a las tensiones propias de la crisis diplomáticas con el país limítrofe, y que fueron utilizados como “conejillos de indias” por el químico Eugenio Berríos y el agente estadounidense Michael Townley que manejaban el agente tóxico.[11]​ Nunca se supo el nombre o el destino de los dos peruanos.[11]

Tortura

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Otros testimonios hablan asimismo de prisioneros asesinados a golpes o con refinadas formas de tortura. Las órdenes de exterminio emanaban directamente de Contreras, jefe operativo de la DINA, y eran transmitidas a Morales Salgado, entonces su leal subordinado y ahora uno de los que comenzó a aportar información del caso.

Eliminación de los cadáveres

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Homenaje a un sindicalista chileno detenido desaparecido.

Como toda operación planeada desde sus comienzos una parte importante es la eliminación de los cadáveres.[5]

Después de que la auxiliar de enfermería Gladys Calderón se encargaba de inyectarles una dosis mortal de cianuro , quemaban los rostros y partes distintivas de los detenidos, se les quitaban las tapaduras de oro, se ensacaban para luego ser trasladados a las minas de cal de Lonquén o lanzados al mar.[12]

Uno de los procesados es el excomandante del Comando de Aviación de Ejército (CAE) coronel (R) Carlos Mardones Díaz.[5]​ La razón , es que los cargamentos con los cuerpos de los prisioneros asesinados que salieron del cuartel de Simón Bolívar tuvieron como su siguiente destino los helicópteros Puma del CAE, que solían operar desde el aeródromo de Tobalaba hasta los terrenos de campaña que el Ejército tenía en la zona de Peldehue, al norte de Santiago.[5][10]

La “preparación” para este último viaje fue la misma que la DINA utilizó cada vez que hizo desaparecer los cadáveres. Los envolvieron con sacos paperos, les amarraron con alambre un trozo de riel al cuerpo, volvieron a ponerlos en sacos –que ataron con más alambre– y los transportaron en camionetas hasta el lugar donde esperaba el helicóptero. Estos despegaban con su carga macabra, enfilaban hacia la costa de la Región de Valparaíso y se internaban mar adentro para soltar su carga. Así desaparecieron Díaz y el resto de sus compañeros.[5]

Otro de los procesados es el ex piloto brigadier (R) Antonio Palomo Contreras, uno de los que condujo los vuelos de la muerte. Palomo era el piloto preferido de Pinochet y por largo tiempo condujo el Puma destinado a su uso personal. El 15 de septiembre, Palomo recibió de Pinochet la misión de trasladar en helicóptero al general Carlos Prats hasta la frontera con Argentina, cuando el recién instalado dictador mandó a su antecesor al exilio, antes de ordenar su muerte. También piloteó el Puma de la Caravana de la Muerte, al igual que Luis Felipe Polanco, otro de los procesados.[5]

Conocimiento de Augusto Pinochet

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De acuerdo con la investigación, estos crímenes fueron perpetrados con el conocimiento y la anuencia de Augusto Pinochet,[5]​ quien habría decidido la suerte de las víctimas de Simón Bolívar, convertido en un cuartel altamente selectivo. Pinochet, señalan los testimonios, siempre estuvo interesado personalmente en el destino final de los líderes comunistas. Tanto así que, según relató el agente Ricardo Lawrence, visitó personalmente a Víctor Díaz cuando éste estuvo detenido en la Casa de Piedra en el Cajón del Maipo,[13]​ antes de ser trasladado al cuartel de La Reina.

Composición

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El comando de exterminio estaba integrado por 36 personas , entre ellos infantes de Marina, agentes civiles de la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros –entre ellos varias mujeres–, oficiales y suboficiales del Ejército, y decenas de suboficiales de todas estas ramas.[5]

Ejército

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Armada

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  • Los suboficiales (Infantería de Marina) Sergio Escalona Acuña y Bernardo Daza Navarro[16][17]
  • los suboficiales Orlando Altamirano Sanhueza y Jorge Manríquez Manterota[17]
  • exagentes Celinda Aspé Rojas, Teresa Navarro Navarro, Berta Jiménez Escobar y Adriana Rivas González.[17]

Fuerza Aérea

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Carabineros

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  • el teniente coronel Ricardo Lawrence Mires
  • los suboficiales Heriberto Acevedo Acevedo, Gustavo Guerrero Aguilera, Claudio Pacheco Fernández, Jorge Sagardía Monje, José Sarmiento Sotelo, Emilio Troncoso Vivallos, Italia Vacarella Giglio, Héctor Valdevenito Araya y Orfa Saavedra Vásquez

Versos para la Casa de exterminio

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El 6 de abril de 2007, Danilo Pedreros Parra publicó los Versos para la Memoria de Simón Bolívar 8630


Recuperemos memoria


A paso firme y seguro
Sólo el que entiende su historia
No tiene miedo al futuro

Comienza un verso de rueda
En esta tarde de abril
Las voces y cantos mil
Se afinarán como puedan
Si los del medio se enredan
Los últimos no reirán
Más bien se concentrarán
En retomar el camino:
La rueda es rito divino
Y de todos el afán.

Vamos a armar una fiesta
Enorme y contradictoria:
El triunfo de la memoria
Sobre la historia funesta
De aquellos que con su gesta
De traición y metralla
Establecieron la raya
Que nos quebró el territorio
Sin juicio condenatorio
Por esos actos canallas.

La memoria no es rencor
Ni un ánimo de venganza
Es la serena templanza
Que nos entrega el amor
Cuando ha pasado el dolor
De pérdidas tan violentas
Sólo porque otro intenta
Dominar tu raciocinio
A punta de latrocinio
Sin la razón y a la fuerza.

Pusieron precio a la vida
En la moneda extranjera
De ese país de quimeras
Que roba y nunca convida
Entrenaron homicidas
Que en ese convoy sangriento
Le dieron final violento
Al que juraron cuidar
Ay, que triste un militar
Baleando su juramento.

De ello serán los fantasmas
La estela del fallecido
Sombra del que no se ha ido
Porque no descansa el alma:
“¿Acaso encuentras la calma
Arrodillado en la iglesia?
La oración como anestesia
Por los pecados augustos
Mejor sería que el susto
Te haga curar esa amnesia.”

La memoria no es la espalda
Negada hacia el porvenir
En realidad es fluir
Consciente de lo que cargas
La vida es menos amarga
Si es clara la identidad
Andando con la verdad
Como bandera y premisa
La lucha se hace precisa
Y gana en profundidad.

Venimos para crear
Dar vida a un lugar de muerte
Que d’estos muros inertes
Se acabe por levantar
Un sitio donde pensar
Ese futuro soñado
La rueda ya se ha formado
Alerta de un colectivo
Que sea el principio activo
Cuidar lo que hemos armado.

La memoria es un espejo
De lo que fuimos y somos
No pienses ni por asomo
Que será ejercicio añejo
Es el perfecto reflejo
De aquello que nos convoca
Nos cataliza y provoca
El hambre por defender
A quien no quiera vender
Las palabras de su boca.

Danilo Pedreros Parra[21]

Actualidad

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En una entrevista aparecida en La Nación,[3]​ el 11 de julio de 2010 , el Coronel del Ejército de Chile, Juan Morales Salgado, jefe de la Brigada Lautaro acusa al ex segundo hombre de la DINA de traicionarlo,[3]​ y a los jefes del Grupo Delfín de ser los culpables de los crímenes ocurridos en el Cuartel Simón Bolívar.[3]

Pedro Espinoza[nota 2]​ es un traidor”...... en los juicios por las violaciones de los derechos humanos, entre los ex DINA cada cual quiere salvar su propia piel y, por ello, “hay muchos” que están siendo desleales......
nunca maté con mis propias manos ni ordenó asesinar a alguien,
agentes de mi brigada torturaron y mataron en el Cuartel Simón Bolívar, aliados con los integrantes del temible Grupo Delfín que comandaban el capitán de Ejército Germán Barriga y el teniente de Carabineros Ricardo Lawrence, ........
“Fue un error hacer desaparecer los cuerpos de los detenidos”......Me voy con un sentimiento de inocencia total. No tengo nada que ver en este caso. Me duele que me hayan involucrado en esto.
Coronel del Ejército de Chile, Juan Morales Salgado, jefe de la Brigada Lautaro[3]

Procesados

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Entre los procesados por haber participado en la brigada Lautaro, así como en los crímenes del Caso Calle Conferencia y el cuartel de Simón Bolívar 8630, se encuentran el exmiembro de la Junta Militar, General César Benavides, los brigadieres Antonio Palomo Contreras, Miguel Krassnoff Marchenko y Carlos López Tapia, los coroneles Juan Morales Salgado y Carlos Mardones Díaz, el teniente coronel Federico Chaigneau Sepúlveda, el mayor Luis Felipe Polanco, la teniente Gladys Calderón Carreño, y los suboficiales Pedro Bitterlich Jaramillo, Manuel Obreque Henríquez, Eduardo Oyarce Riquelme, Orlando Torrejón Gatica, Elisa Magna Astudillo, Guillermo Ferrán Martínez, Jorge Escobar Fuentes, René Riveros Valderrama, Carlos Marcos Muñoz y Jorge Pichunman Curiqueo, así como el agente civil Eduardo Garea Guzmán, perteneciente al Ejército.[22]

Además se encuentran los suboficiales Sergio Escalona Acuña, Bernardo Daza Navarro, Orlando Altamirano Sanhueza y Jorge Manríquez Manterota y las exagentes Celinda Aspé Rojas, Teresa Navarro Navarro, Berta Jiménez Escobar y Adriana Rivas González, pertenecientes a la Armada de Chile. Los suboficiales Eduardo Cabezas Mardones, Jorge Díaz Radulovich, Eduardo Díaz Ramírez y Jorge Arraigada Mora, y la exagente Ana Vilches Muñoz, de la Fuerza Aérea. De Carabineros, el teniente coronel Ricardo Lawrence Mires y los suboficiales Heriberto Acevedo Acevedo, Gustavo Guerrero Aguilera, Claudio Pacheco Fernández, Jorge Sagardía Monje, José Sarmiento Sotelo, Emilio Troncoso Vivallos, Italia Vacarella Giglio, Héctor Valdebenito Araya y Orfa Saavedra Vásquez.[22]

Libro La danza de los cuervos

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Las confesiones de Jorgelino Vergara al juez Víctor Montiglio facilitaron el procesamiento de 120 agentes de la DINA en 2007, el avance de varios casos de violaciones a los derechos humanos y ahora causan revuelo: primero como parte del documental de Marcela Said y Jean de Certeau, “El Mocito”, y luego como relato conductor del libro “La danza de los cuervos. El Destino final de los detenidos desaparecidos” (Ceibo Ediciones), del periodista Javier Rebolledo.[23]

En 2012, Javier Rebolledo publicó La danza de los cuervos, un libro relatando las atrocidades cometidas en el Cuartel Simón Bolívar. Luego estrenó la película El Mocito en que se relatan las vivencias de un mozo que trabajó en el Cuartel Simón Bolívar. En él relatan las torturas y padecimientos de los secuestrados políticos y se hace mención en el uso de gas sarín para exterminar a los presos.[24][25][26]​ Javier Rebolledo, autor de "La Danza de los Cuervos", profundizó en los episodios relatados por Jorgelino Vergara. El financiamiento de Ricardo Claro a la DINA, el fraude de la CNI en el Plebiscito de 1980 y la política de exterminio contra el PC son algunas de las revelaciones.[23]

Memorial

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El lunes 4 de abril de 2016 se realizó la inauguración del Memorial del Cuartel Simón Bolívar, ubicado en Simón Bolívar con Calle Valenzuela Llanos, en la comuna de La Reina. Este centro de exterminio se conoció recientemente, gracias a una confesión de quien es conocido como “El Mocito”, y hoy es uno más de los llamados “sitios de memoria”.[27]​ El memorial se ubica en la totalidad de la plaza que está al frente de la Academia de Guerra. Se trata de la obra del arquitecto Nicolás San Martín, que fue la creación ganadora de un concurso convocado para rendir un homenaje a las personas que pasaron por este centro de exterminio de la DINA durante la dictadura.[27]

En la inauguración hizo uso de la palabra el Alcalde de la comuna, Raúl Donckaster quien resaltó la importancia de la memoria en la reconciliación de los chilenos.

“Nadie anda buscando representar los odios o que esto sea una permanente representación de pena, sino por el contrario, lo que queremos es que, reconociendo los errores gravísimos que se cometieron, estos no se vuelvan a cometer y que, desde estos lugares, haya un llamado a que quienes tienen responsabilidades en los hechos deleznables que ocurrieron, también tengan el castigo que nos permita a todos saber que situaciones de este tipo no pueden quedar impunes en nuestro país”
Alcalde Raúl Donckaster[27]
 
Nombres de víctimas en el Memorial
Nombres de víctimas en el Memorial  
 
Nombres de víctimas en el Memorial
Nombres de víctimas en el Memorial  
 
Nombres de víctimas en el Memorial
Nombres de víctimas en el Memorial  
 
Placa recordatoria Wladimir Alexei Jaccard Siegler.[28][nota 3]
Placa recordatoria Wladimir Alexei Jaccard Siegler.[28][nota 3]​  
 
Plaza en la intersección de Avenida Simón Bolívar con Valenzuela Llanos, Comuna de la Reina donde se encuentra el Memorial
Plaza en la intersección de Avenida Simón Bolívar con Valenzuela Llanos, Comuna de la Reina donde se encuentra el Memorial  
 
Plaza en la intersección de Avenida Simón Bolívar con Valenzuela Llanos, Comuna de la Reina donde se encuentra el Memorial
Plaza en la intersección de Avenida Simón Bolívar con Valenzuela Llanos, Comuna de la Reina donde se encuentra el Memorial  
 
Plaza en la intersección de Avenida Simón Bolívar con Valenzuela Llanos, Comuna de la Reina donde se encuentra el Memorial
Plaza en la intersección de Avenida Simón Bolívar con Valenzuela Llanos, Comuna de la Reina donde se encuentra el Memorial 

Véase también

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Referencias y notas de pie

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  1. «Crimi ales: Juan Morales Salgado». Memoriaviva. Consultado el 15 de octubre de 2017. 
  2. «Caso Carlos Prats y Sofia Cuthbert - Acusación a Hernán Morales Salgado - 2007». Consultado el 15 de octubre de 2017. 
  3. a b c d e f g h Juan Morales, ex jefe de Brigada Lautaro-DINA: “Pedro Espinoza es un traidor”
  4. Hoy, Ricardo Lawrence está cumpliendo condena en Punta Peuco, mientras que Germán Barriga se suicidó en enero de 2005.
  5. a b c d e f g h i j k l La brigada más cruel de la DINA
  6. Las indagaciones revelan que los infantes de Marina adscritos a la DINA, los suboficiales Bernardo Daza Navarro y Sergio Escalona Acuña, sacaron a Díaz de un calabozo, para ponerle una bolsa plástica en la cabeza. (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
  7. Confesó el asesino de Víctor Díaz La Nación 14 de marzo 2007
  8. Gladys de las Mercedes Calderón Carreño
  9. PDF Guerra Brigada Lautaro Con inyecciones de cianuro
  10. a b Víctor Díaz fue asfixiado con una bolsa plástica por los infantes de Marina La Nación 30 de enero 2007
  11. a b Brigada Lautaro de la DINA habría usado gas sarín para eliminar a peruanos Zonaimpacto , 29 de junio de 2007
  12. «120 ex DINA procesados en histórica resolución». Archivado desde el original el 22 de diciembre de 2014. Consultado el 12 de julio de 2010. 
  13. Casa de Piedra en el Cajón del Maipo
  14. Joyce Ahumada
  15. Eduardo Garea Guzmán
  16. Sergio Escalona Acuña
  17. a b c Procesan a 4 ex agentes de la Armada por el crimen de Víctor Díaz La Nación 6 de febrero 2007
  18. Eduardo Cabezas Mardones
  19. Jorge Díaz Radulovich
  20. Eduardo Díaz Ramírez
  21. Simón Bolívar 8630: Casa de la Memoria
  22. a b Prats, Frei y los televisores
  23. a b “El relato de ‘El Mocito’ es el episodio más crudo registrado en nuestra historia”
  24. La historia íntima del secreto mejor guardado de la Dictadura
  25. “La danza de los cuervos”: El libro que revela el exterminio en el cuartel Simón Bolívar Archivado el 18 de octubre de 2016 en Wayback Machine.
  26. Libro “La danza de los cuervos” revela la historia del Cuartel Simón Bolívar de la DINA
  27. a b c Organizaciones de DD.HH. inauguran memorial del Cuartel Lautaro
  28. Alexei Vladimir Jaccard Siegler
Notas
  1. Gladys Calderón, que obtuvo la libertad provisional (sigue procesada) el pasado 14 de diciembre después de permanecer casi un año detenida en el Batallón de Policía Militar en Peñalolén, era quien inyectaba cianuro a los prisioneros para causarles o acelerar su muerte cuando estos quedaban moribundos luego de las torturas. Fue quien inyectó también al líder PC encubierto en 1976, Víctor Díaz López.
  2. El brigadier (R) tiene 78 años y actualmente está recluido en el Penal Cordillera de Peñalolén, cumpliendo otras condenas. En 1995 fue condenado a seis años de presidio por el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, sentencia que cumplió en el penal de Punta Peuco. Fue uno de los hombres fundamentales de la DINA junto a Manuel Contreras. En septiembre de 1973, integró el escuadrón de la Caravana de la Muerte que asesinó a más de 100 prisioneros. Además, fue un “coordinador” principal en las operaciones represivas, por lo que está judicialmente involucrado en al menos 50 causas.
  3. Marido de la Ministra de estado chilena Paulina Veloso

Enlaces externos

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